-Después de dejar el cuarto lleno de pintura de Allysa , caminó hasta el salón de música casi sin pensarlo-. Tengo leves deja vu cuando vengo al salón -susurró acercándose adonde estaba Cedric-.
*Sumamente metido en la melodía que estaba tocando, se sobresalta dandose vuelta* Lucianne...Hey. ¿Deja vu?
Hey... -bajando la voz al verlo tocar, demasiado fascinada al verlo frente al piano-. Desde cuando... tocas?
*Dejando de tocar para, mientras se encogia de hombros, hacerce un poco al lado esperando que ella se siente a su lado* Bastante tiempo.
Siempre quise tocar -sentandose a su lado intentando no parecer incomoda, pasando una mano por las teclas-. Pero jamás pude, es algo que no me sale.
*Pasando uno de sus brazos por detras de ella, tomandole ambas manos con las suyas* Todas las personas pueden aprender a tocar *Deslizando sus manos, moviendo sus dedos y los de ella comenzando a tocar. Al comienzo, era algo disbaratado, pero luego comenzo a darle forma*
Pero... -dejando flojas las manos para que Cedric tocara por ella-. Estás tocando tu. Y no me refería a tocar. Puedo tocar. Puedo memorizar las teclas de memoria, pero no puedo hacerlo por... pasión -sonriendo con tristeza mirandolo, ignorando el buen sonido que salía del piano-.
*Apoyando el menton en su hombro* Sigue tocando tú *Deslizando las manos una vez más, quitandolas de ensima de las manos de ella*
No querrás escucharlo -riendose mientrás tocaba el feliz cumpleaños, unica melodia que se sabía a la perfección-. Que los cumplas feliz
Hoy no es mi cumpleaños Lucianne *Esbozando una sonrisa*
-No lo es? -dejando de tocar el piano girando la mirada para mirarlo-. Podría ser tu 'no-cumpleaños'.
Con tal de que sigas tocando *Ocultando su rostro en el suelto cabello de Lucianne, sin despegar el menton*
Y te canto si quieres -volviendo a tocar desde el principio-. Que los cumplas feliz, ignora esa tecla que no ibaaa , Que los cumplas, Cedric, Que los cumplas feliz -tocando todas las teclas rápido y aplaudiendose-. Basta. Horrible.
*Riendo y sentandose bien para tomarle una de las manos y jugar con los deditos*
No, no no. Por favor, sigue tocando -sonriendo intentando convencerlo con una sonrisa-. Te falta cantar "bien" Y listo.